Soy Irene Salguero, tengo 33 años y desde pequeña supe que el arte era mi camino.
Siempre me sentí atraída por el mundo artístico, participando en concursos de pintura y subiéndome a escenarios, aunque la vergüenza me ganara a veces. Con los años, esa pasión no solo no desapareció, sino que se transformó en algo más grande.
Estudié Arte, y todo ese conocimiento lo extrapolé a un lienzo muy particular: las uñas. Para mí, la manicura no es solo estética, sino una forma de arte en sí misma—arquitectura, escultura y pintura en miniatura.
Comencé en el mundo de las uñas con solo 16 años, atraída por su colorido y creatividad. Lo que empezó como una afición pronto se convirtió en mi vida. Con esfuerzo, formación y el apoyo de mi gente, combiné estudios y trabajo, sin dejar nunca de aprender y mejorar. Mi inquietud me llevó a competir, logrando más de 13 premios nacionales e internacionales. Uno de ellos me llevó a representar a España en Alemania, donde conseguí un quinto puesto—una experiencia inolvidable.
Hoy, después de 17 años en esta profesión, mi mayor pasión es compartir mi conocimiento. Quiero transmitir todo lo que he aprendido para que otros manicuristas redescubran el amor por este oficio y lo sigan disfrutando durante muchos años más.
Cuando no estoy creando arte en las uñas, me encanta viajar, descubrir nuevas culturas a través de su comida y su historia, y, por supuesto, pasar tiempo con mis michis.